Tuesday, 6 May 2014

MARTA ZAVALETA- CANTO LATINOAMERICANO EN EXILIO.


La poesía deviene importante para Marta Zavaleta, nutriendola de un mundo maravilloso, con influencias que van mas alla de todos los tiempos. Academica, madre y activista. Marta Zavaleta habla por la boca de los migrantes que estando lejos de casa refresca la memoria de lo dejado y del exilio, haciendo canción de sus heridas sigue de pie.  Su legado mas importante nos deja  saber que Latinoamérica es mas que un continente. 

Nos alcanza sin pretensiones, un ramillete de poemas donde cobran vida, tienen brazos inalcanzables que ni el tiempo ni la distancia podrán jamás romper. Esos brazos nos acercan a los recuerdos de nuestra tierra, de los nuestros; para seguirle cantando al compañero, al amor, a sus hijos a su país y al continente.


 Conocí hace algunos años a Marta Zavaleta cuando yo me desenvolvia en calidad de Historiadora oral para el museo de Londres, archivando historias orales para poder documentar los testimonios de Latinoamericanos refugiados desde 1960 hasta la fecha; mi colega y amiga Zibby Alfred me la presento. 

Pero tal vez la conocí mucho antes a Marta a través de mi maestro de Estudios Latino Americanos en el London Metropolitan University, con acento Chileno me diria: es exiliada, con una mezcla de dolor y admiración.

El arte en Marta es un rio que  nos acerca al amor por la justicia pero también por la estética y la profundidad. Su activismo es mas directo, ahí la justicia tiene acciones a través de sus actividades culturales, y su lucha incansable por la participación y el reconocimiento de la mujer en la sociedad.


Su exilio es palpable, sangriento como una cancion necesaria, asi sus poemas, te dejan sumergirte en la vida, la muerte pero también el amor y la esperanza. 

Su universo es maravilloso y extenso. No puedo mas que sentirme honrada por entrevistar a esta gran poeta, pero sobre todo entregar la obra de una  mujer activista, con mucha energia  y maravillosamente con ideales Latino-Americanistas.

Que tal vez tiene un mensaje fundamental para todos los que compartimos esta experiencia colectiva de la migracion en el R.U.


Dejamos con ustedes sus líneas, sus poemas, su testimonio.Sofía Buchuck.


Mipueblomehacecantar.DR


 
Marta Raquel Zabaleta nació en Alcorta, Argentina, en 1937; fue expulsada de Chile en 1973 y de Argentina en 1976. Desde entonces  vive en el exilio en el Reino Unido. Es madre de Tomás Alejo y de Yanina Andrea Hinrichsen. Es economista y cientista social, escritora y poeta. En tales capacidades, figura desde 1992 en aproximadamente 40 biografías Who’s Who, de EEUU, y Europa. Creó y coordina, entre otras redes, ya desde hace años una red internacional ‘Mujeres y Palabras en el Mundo’. No tiene patria. Ni nación. Vive en el mundo.


1 ¿Cómo te iniciaste en la Literatura?

MZ Mi interés por la literatura comenzó, creo, cuando leí el primer cuento en una revista. Era muy corto, y se llamaba 'Casa de muñecas'. Creo que tendría yo un poco más de 5 años, tal vez. Me llevo varías horas leerlo, pero su contenido me impresionó mucho. Se trataba de una mujer joven, casada y madre, que se sentía presa en su casa de dos pisos, y ella valía más que la casa.


 Después que aprendí a escribir de corrido, me gustaba mucho escribir composiciones para la escuela, y cuando tenía unos 8 ó 9 años, comencé a escribir obras de teatro cortas para personitas de mi edad, que luego leía los sábados por la tarde en el hotel Muller, del pueblo mas cercano ( Bouquet), ante un público de unas pocas nenas y nenes, y dos o tres perros. Todo muy alegre: yo leía y el público saltaba y aplaudía a rabiar. Pero esos festines eran muy aislados. Y concluyeron un día en que al final, para ponerle más color al asunto, abrí un frasco de vidrio adonde había guardado decenas de mariposas pacientemente juntadas en el terrenito de al lado del jardín de mi casa, y adonde mi padre experimentaba con un cultivo de alfalfa. Yo suponía que las mariposas iban a volar alrededor nuestro. Pero no: contrariamente, cayeron a mis pies, asfixiadas. Así cayo el telón final sobre mi aventura teatral.


Por otra parte, mi mamá, que era maestra primaria, siempre me hacía recitar en la escuela. poemas encargados por ella, los días de fiesta nacional, por ejemplo. También me hacía tomar parte en la presentación de al menos uno de los números de la velada del fin del año escolar ( a veces en seis o siete), todos los años. Eso me obligaba a leer y memorizar muchos poemas, a teatralizar cuentos, etc..

Creo que así nació mi interés por la literatura y la poesía, porque muy pronto todas las demás maestras me comisionaron poemas para recitar; a veces tenía que aprender varios en pocas horas, y luego los recitaba en el patio de la escuela, frente a todos los grados, maestras y maestros, y el Director.

Subida arriba de una tarima improvisada, que podría ser una silla, un cajón, o un banco, porque era muy bajita y sino no me veían. Pero claro: tenía la ventaja de tener un delantal muy limpio y bien planchado, incluso almidonado, y tenia zapatos bien lustrosos. Otros chicos andaban con alpargatas... O sea que las condiciones socio-económicas de mi familia fueron importantes para distinguirme como recitadora. Y yo estaba consciente de eso.


Por eso decidí que iba a ser presidenta de mi país, para poner fin a la pobreza de otros/as niños y niñas. Estaba consciente de eso, y mucho más. Por eso, una vez que me aplaudieron mucho, mucho, en lugar de bajarme de la silla, recité por cuenta propia:

Soy chiquitita


voy a la escuela

marco el paso

y saludo a mi bandera.


En el cielo las estrellas

en el suelo las espinas

y en el centro de mi pecho

una yunta de gallinas.

El cura del pueblo se indignó tanta que pidió mi excomunión.Todavía se lo agradezco. Mi vida y mi poesía son libertarias.


Después, como a los 9 años y medio, comencé a leer novelas con mi padre todas las noches. Eso agudizó mi interés por la literatura, y la política, aunque creo que muchas veces no entendía bien lo que leíamos. Algunas de las lecturas incluían poesía gauchesca argentina, como el Martín Fierro. Al mismo tiempo, escuchaba con mis niñeras, religiosamente, las novelas radiales de la hora de la siesta, en una época en que Eva Duarte (luego Eva Perón) leía con una voz vibrante, y a veces caracteres creados para ella, como aquellos basados en grandes mujeres de la historia. universal. ¿Sería eso el año 1943-44?


De chica leía sola y mucho, pero revistas cómicas para grandes y /o para grandes, libros para menores que me regalaba mi madre ( tenía una colección completa),y los diarios. A los 11 años, cunado ya vivía en la ciudad, comencé a escribir un diario, que llevé sin interrupción hasta que cumplí 25. Allí ensayaba muchas veces distintos estilos de escritura, en esa soledad íntima y activa. Y una vez al año, lo daba a leer a mi mejor amiga, que escribía a su vez su opinión Ella insistía en que yo debía trabajar de  escritora.

Todo lo anterior ayudó a darme un marco letrado.
En mi adolescencia y juventud, hasta que murió mi madre (1960), leí más de 400 novelas, y lo sé porque llevaba una libreta adonde anotaba todos los datos de cada una, y mi opinión al respecto. Y en otro cuaderno, anotaba, si los había, párrafos relevantes. Todo eso lo perdi cuando me echaron de Chile.

Pronto discurrí que definitivamente tenia dotes de escritora. Porque además ganaba muchos premios por escribir ensayos en la Escuela Normal, llevaba el diario, y escribía  muchas cartas. Pero luego de leer 'El diario de una escritora', de Virginia Wolf, y con otros trabajos, me hice feminista, y decidí que mejor me preparaba para ser una profesional bien pagada, para asegurarme que no necesitaría ser mantenida por mis padres ni por nadie.
Fue recién cuando ya casi había obtenido mi primer titulo universitario (ya tenía dos secundarios) que escribí mi primer poema, al lado del cajón adonde se velaba en mi casa mi madre. en nuestra propia casa. La muerte ronda desde entonces mi poesía: ambas me recuerdan a mi madre.


2. ¿Por qué fue para ti importante escribir?

MZ. Escribir, y hacerlo en distintos géneros, ha sido y es importante para mi, particularmente ahora que estoy jubilada y  enferma. Porque me permite expresarme y comunicarme con las demás personas que ya no puedo ver personalmente, debido a las limitaciones que me impone la mala salud. Y pienso que el Internet fue inventado para mí!




Escribo poesía como una manera de mantener integrada mi personalidad,
apelando al cordón umbilical que me diera vida.
Me expreso con las imágenes como las que vi, dibujadas en palabras, escritas con aquella letra caligráfica de mi madre, armadura de recuerdos,
transeúntes de la luna arrebolada, significantes con que aspiro a gozar primero, y extender después, su permanencia en la tierra, a través del testimonio de la mía: fui su única hija...
Escribo poesía desde la noche en que ella murió. Tal vez, porque mamé sus notas en la leche, y mi madre fue mi maestra de primer grado.

Mi madre me recitaba De Mistral, Ibarburu, Storni, y me leía el poema que le había dedicado un novio (Gervasio Melgar), a Catalina Gerlo Galesi, mi madre.
Aprendí poesía con del graznido de un búho, escapándome por las noches y corriendo por el campo vecino a mi casa, escuchando el silencio de las estrellas y sin sombras de luz mala.
De las clases obligatorias que impuso del gobierno, de Religión o Moral, un infierno. O de la geografía santafecina.
Y las tuve por mías, madre: como si fueran tuyas,
son nuestras.
Escribo poesía porque la vida es eso, fantasía.



3. ¿Qué poetas te han influenciado a lo largo de tu vida?

MZ. Me han influenciado, seguramente, muchas poetas mujeres y algunos poetas varones, en diferentes etapas de la vida. Pero no puedo releerles, Porque no tengo más sus libros al alcance. Ocurre que me había llevado de la casa de mi padre, en Rosario - en mis vistas semestrales  - todos mis libros de poesía desde cuando me fui a estudiar un master a Chile, marzo de 1963 , adonde luego me radiqué. Viví allí casi 11 años, y por eso perdí todos esos libros, y cientos más. Debido a que me expulsaron del país en octubre de 1973, por decreto de Pinochet.


 Pero yo diría que más vale, me han influenciado tal vez ciertos poemas, más que autores o autoras..
 Los de José Hernández, sin duda. Mi padre me los hizo aprender de memoria siendo una niña. Y puedo escribir en décimas gauchescas. Cosa que solo comparto con las personas mas íntimas. si me consta que valoran y entienden el género gauchesco.
En la infancia me llamaron mucho la atención los poemas de Juana de Ibarburu, como' La higuera'. Algunos de Gabriela Mistral, y en la temprana adolescencia los de Alfonsina Storni y Sor Juan de la Cruz, que mi madre recitaba sin descanso, en claro desafío a mi padre y su autoritarismo patriarcal.
Ya más grande, a los 14, me marcó 'La Divina Comedia', de Dante, que leí de un tirón y en italiano en una pequeña biblioteca pública. Ya mayor, y en Chile, un libro con la vida y obra, de nuevo, Alfonsina Storni; también Pablo Neruda. entero, especialmente 'El Canto General'; un poeta cubano que conocí en Chile y cuyo nombre ahora no me puedo recordar... Muy simpático, negro, ah si, Nicolás Guillén: una poesía con un ritmo que me cautivaba y traté de imitar. Sin suerte..
En el exilio descubrí a Alejandra Pizarnik, cuya poesía me apasiona. Y la de Gladys Ilarregui, entre la de varias otras/os poetas que me convocan y alimentan en la vejez.


4 ¿Cómo era Inglaterra cuando llegaste y cómo es ahora?

MZ. Esta es una pregunta demasiado pesada. Trataré de cohonestarla tangencialmente, nada más. Cuando llegamos al exilio, porque nos echaron de Argentina en nov de 1976, vivimos más de dos años en Glasgow, Escocia. Pero no he vuelto allí, después que nos trasladamos al Sur en 1978, así que no puedo comparar aquel país con el de ahora. Muy dura que fue nuestra vida de refugiadas/o en Glasgow. No había trabajo, ni siquiera un lugar para aprender inglés, pero sí una comunidad académica muy solidaria que hablaba castellano, y un buen número de gente refugiada de Chile, con cuyas mujeres trabajamos mucho. Luego se creó la Argentina Solidarity Campaign, lo que también fue muy edificante. Y allí también nació mi hijo Tomás Alejo. Muy generalmente, puedo decirte que alcance a ver, cuando llegue al Sur, los restos de una sociedad más justa que la que ahora existe, adonde mucha gente trabajaba sin matarse, y aun disfrutaba de un buen ingreso y buen esparcimiento, y no había  personas sin techo por las calles de Londres. Pero muy pronto todo empezó a cambiar. Luego vi como se quebró ese ciclo de de acumulación capitalista, y se impuso el modelo neoliberal, que ya habíamos  visto aparecer en Argentina y Chile con dos sendos golpes de estado. Este  país se fue transformando muy rápidamente en algo muy distinto. Tanto, que no podría abarcar esta preguntas en su totalidad sin caer en generalizaciones impropias de mi profesión de economista y cuentista social. Y eso ni ayuda ni puede interesar a nadie, creo yo. Pero perdón por esto.


5. ¿Algunos poemas tuyos que quieras compartir?


MZ, Sí, claro, me encantaría  compartir contigo algunos poemas míos, pero son tantos, que no sé bien  por donde empezar. Además, me esmero en tratar de romper el canon. y como además soy feminista desde mi tierna juventud, trato de hacer una escritura diferente, propia, intimista, conversada, y testimonial. Ejemplos van abajo. Un aporte personal a la memoria social.




EL CAFETIN DE DEVOTO

                               A las víctimas de la Operación Cóndor en Argentina,                   a mis hijos Tomás Alejo y Yanina Andrea Hinrichsen Zabaleta


“Traful, recuerdo con una quizás indebida alegría el año entero que pasamos enjaulados en un coqueto ambiente de 1, 5 x 1,80, con todos los adelantes (inodoro, piletita, lampazo). Leíamos desde las 6 a.m. hasta las 9am, hora de ir al recreo. En la tarde, después del recreo vespertino cantábamos a dos voces y los otros "internos" creían -promoviendo nuestra más sincera vanidad- que había una radio en el pabellón. Los dos 1 de septiembre en que convivimos canté para vos "Le temps des cérises". Un primero de febrero vos me cantaste un estilo de Gardel. A la noche, inventamos una ceremonia muy graciosa (para nosotros) con el objeto de preparar los catres. Podíamos a veces pasarla muy mal, pero éramos -¿lo diré?- felices. Nos fortalecían la esperanza, los ideales, las canciones, las lecturas y el sentido del humor. Y tu inmensa bondad solidaria”.


Emilio de Ípola *. 
9/5/2009


Devoto tenía ese que sé yo, ¿viste?



Y detrás de ningún árbol se me aparecía él.

Mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizonte a la luna

que no andaba por la larga calle de la cárcel. Calle sin árboles.

Piantados y piantadas había, pero estaban adentro. Presas. Presos. 

Y enfrente el cafetín de sin mesas, abierto todo el d҉a,

como con bronca y coraje.

Mañanitas de Devoto con madres de los socialistas chilenos,


presos y presas de antes del golpe.

Acampadas durante la noche en la calle de la calle. Con un número que me guardaban,

porque yo tenía una hijita. Por eso llegaba tarde,

tipo siete de la mañana, al lugar de las chilenas,

que ya estaban bien adelante en la cola.

   Llegaba, sí, pero ya estaba agotada. Y muy nerviosa. 


Porque las dos nos acostábamos a las tres de la mañana

siempre vestidas, como esperando, la nena y yo.
Por si nos secuestraban de madrugada.

Ella pensaba defenderse

con el palo del rastrillo de la playa
que todavía guarda bajo su cama.  

La dejaba durmiendo, con su nanita Silvia Ibalde

recién llegada. Salía a escondidas, si podía

sin saludar al portero, y caminaba

y caminaba y caminaba
a riesgo de extenuarme. Ingenuamente, 

creía que así nadie sabría

de que casa departamento había partido.

Siempre encontré complicado eso de pedirle al tachero que me llevara.
Por más que caminara, cuadras y cuadras, poder pasar anónima

en Buenos Aires, no era sencillo: decir Cárcel de Villa Devoto y asorocharme. Vendrían luego los cuentos, consejos, retos con amenazas, y hasta alguno que otro requiebro, quejas del alma. Mi marido chileno,
el preso Alberto, hubiera dicho
que todo era más simple, 'los encontrabas

porque les hablabas, y te seguirían todo el tiempo

desde antes de caer yo en cana…'

Desde Belgrano R hasta la cárcel, de un de repente, yo descansaba, revisando en la mente

si llevaba el dinero que debía depositarle en la cuenta

Banco Nación sucursal de la cárcel, para que le dieran
pan y mate cocido. Palos. El resto, hambre.
Por meses, no le entraron ropa. Después los utensilios de tocador, entregados desde la cola por mi padre, sin poder verlo. Y las requisas.

Y dejarlo sin visitas. Estaban suspendidas ¿habría traslados?

Sangre y terror, sin lágrimas. ¿Quién moriría?...Aserrín aserrán
los maderos de San Juan
piden pan, no les dan,
piden queso, les dan hueso

y les cortan el pescuezo
Esas mañanitas de Buenos Aires

donde en la cola estaba 

una de las hermanas del Che Guevara.
Parada por horas, reclamando
el derecho de los presos de querer ser mirados.
Y una media atontada, agonizaba primero

en esa barcito ubicado justo enfrente de la puerta de la cárcel.

No tenían medialunas, ni milanesas:

compañeras nerviosas, madres llorando, hermanas tristes, esposas una que otra , y hasta un hermano, dos padres, harto humo, café y miedo.

Mucho miedo; pero nunca un tango.

Y muy importante, había un servicio.


Después, pasar y adentro, humillación y espanto.

La cola: hijas, hijos, de pocos años
un día

llevándole un clavel y una rosa por el cumpleaños

a su madre.

Sería la hora en que los esbirros

comenzaban a tomar el mate amargo, que escupían a tu paso.
También la del primer güisqui mío del día, en ayunas, sin hielo ni soda

para darme coraje, desasustarme.

Paren las bembas.

Tómense un trago, que ya lo’vamos.
Barcito que no tenías güisqui ni bombones, 

como aquel bar. bienudo adonde a pocos selectos

les tocaba con sexteto el gran Piazzola.

Un día charlando le pedí que tocara en el Luna Park  

para mandarle fondos a los presos en Chile,

¿En el Luna Park? repitió en un murmullo Se sonrió con tristeza, y comentó: ‘...Pero son tantos…’

Y yo que digo :claro, che, hay que hacer algo, por eso…

‘…¿Quién va a pagar por escucharme, Marta?’

Miraba con ironía, tal vez con cierta tristeza,

en aquella nochecita loca de Buenos Aires.
Tardecitas que a veces

tienen ese algo, un no sé qué, que te hace sentir tan sola
cuando hacés cola. Por un numerito, para irte al exilio,

por una sopa, o en un avión a la muerte en El Plata…
Aunque no nos quede pan, siempre les sobran balas.


Como olvidarte  en esta queja

cafetín de Buenos Aires

si sos lo único  en la vida

que se pareció a mi vieja.



*Horacio Traful Baldomero Alvarez Grunnman, chileno-argentino, fue secuestrado en Buenos Aires el 7 de abril de 1976. Apareció más tarde en la cárcel de Devoto y luego de la inspección de Amnistía Internacional, fue trasladado a la cárcel de Alta Seguridad de La Plata, Unidad 9, a cuya celda hace referencia su colega y amigo Emilio de Ipola, autor de este epitafio que escribió en la webpage de Traful (http://www.trafulalvarez.com.ar/ppal.htm), dos años después de la inesperada muerte de la muerte de Traful en el exilio en Francia, 2007.

.Marta Zabaleta ©, Londres, 11 de marzo 2010, día en que en Chile asume el gobierno el pinochetismo, movimiento político que nunca dejó realmente el poder. Sólo el gobierno.



Capítulo de Dulce de Leche, libro de mis seudo memorias (sin publicar)


AUTOEXILIO


Ahora que ya no soy quien antes fuera

árbol sin frutos florecido y dando sombra,

paloma herida que al partir se ha ido

sin ahorrarse campanas en la espera.

Que soy apenas Otra,

quien con sus manos trémulas

busca magnolias donde esparcir ternura.


Cuentan los vientos que en las noches cálidas

aun cruzan a las islas mis fantasmas.

Que por el río

bajan camalotes con pumas en sus cimas

y que las pirañas juegan con las ubres

de las vacas, en el agua clara.

Imagino a Rosario en lontananza, sonrío. 


Mas cual en telón escondido

de memorias tristes

veo a un gigante, a veces rudo. 

que aun me perturba.

No, no estoy loca.


Soy apenas la Otra.

Marta Zabaleta

En el exilio, 16 de agosto. 2003.

Día del cumpleaños de mi padre Roque Zabaleta, y

Día de la muerte de mi abuela materna, Fermina Zabaleta.







EL COLOR DEL TIEMPO




A mis hijos Tomás Alejo y Yanina Andrea Hinrichsen Zabaleta

Audacia suave la del árbol sin hojas

que da sombra a los pájaros de otrora



los pasos

los cuerpos

el suspenso



y ese cálido

olor de otros tiempos.



Marta Zabaleta©Tomé, Chile, septiembre de  2004

Sacado de Crónica Literaria, Comodoro Rivadavia, 23 de noviembre  2004, Argentina.


Poema  con el que abre mi biografía oral Be longing, por Zibby Alfred, guardada en el Museum of London, 2005

Poema traducido a 25 lenguas



HEMORRAGIAs

            a mi querido cumpa, Julián Bastías

Con menstruación permanente
dibujaba todo el espacio
de las torturas

¿Pensaba
que la vida
se esfumaría así, rápidamente?

El cabo cuando me llevaba al baño
se paró y me gritó:
-¿Es posible que usted sea la Sra. de Hinrichsen?

Pude haberle respondido
-Sí, mi cabo.
Pero callé.

Al orinar, la sangre
se arrebató en borbotones
y le ensució las botas.

-Conteste,
hija de puta,
aulló entonces

Y fue su culpa
por no dejarme a solas.
Mi vómito le ensangrentó el bigote.

Marta Zabaleta, octubre 1973-2011




6. ¿Las cosas más bonitas que te han pasado gracias a la literatura?


MZ Entre las cosas buenas, y/ o más espectaculares- para ser más precisa-, que me han pasado por ser escritora, recuerdo las siguientes.

Que fui elegida para participar de un programa de la BBC2 llamado 'BOOKMARK', en 1889, para ser entrevistada para el homenaje de otras escritoras a Simone de Beauvour, que se realizó poco después de su fallecimiento. Dicho programa ganó varios premios, y de allí y/o del libro llamado 'Daughters of de Beauvoir) tomaron, supongo, mi nombre y datos persónales para el primer libro 'Who's Who of International Women' que se hizo en este país (Editorial Europa, 1992). Ahora ya llevo más de 40 entradas en dicho tipo de libros, editados algunos aquí y otros en EEUU,  siendo una de las últimas 'The International Who's Who Of Women' y 'The International Who's Who of authors and writers', 2014, Routledge Press, London and New York.

Otra anécdota  que me recuerdo, fue la visita en el verano del año pasado de una gran poeta argentina, que se instaló por casi dos semanas, en esta ciudad pastoril adonde vivo rodeada de un maravilloso bosque natural, para recoger material para un libro que prepara sobre poesía del Che Guevara. También me entrevistaron muchas veces para diferentes tipos de videos; aquí y en distintas universidades americanas. Por ejemplo, en Cambridge, eran videos relacionados con conferencias mías para el Programa de Women's Studies.
Tambien me gratificó una antología poética que concibió y edito una colega . basada en poemas de poetas mujeres  dedicados a otras poetas mujeres, y en cuya aventura participaron alrededor de 125 mujeres de muchas partes del mundo .La editora me la dedicó como premio a mi trabajo de promotora cultural.

Mas recientemente, también ha sido significativa la respuesta que obtuve cuando decidí regalarle a mi hija Yanina y a mi hijo Tomás, para sus respectivos cumpleaños, un poema dedicado a ellos dos, traducido a otra lengua. Para mi asombro y beneplácito, obtuve más de 30 traducciones, incluida la de la que fuiste co-autora : o sea, la traducción al quechua. Que vuelvo a agradecerte.



7. ¿Tu mensaje como creadora?

MZ. Mi fuerte no es la literatura, sino la política y las ciencias sociales, a lo que dedicado cinco décadas de años de aprendizaje y lo más esmerado de mi aporte teórico.  Pero en general, re-examinando mi vida desde el balcón de una edad bastante avanzada, lo que recomendaría es que como la vida es muy corta, y con frecuencia para quien lucha denodadamente desde el llano por la justicia social para los demás y para sí, también con frecuencia muy, muy dura, es que hay que vivirla momento a momento. Sin imitar a nadie, ni procurar que nos siga nadie. Sino vivirla para complacerse a una/o misma/o.



Esto es especialmente cierto si quien me escucha o lee es una mujer.

Una vida consagrada  con enorme tenacidad a tratar de transformarme de mujer en persona, me ha enseñado a amar la vida, y odiar a la muerte.
Y creo que no hay mejor manera de afrontar esta última, que dejando hecho, plasmado, concretado, siempre terminado todo lo más posible. Pasión, disciplina y tenacidad me han ayudado siempre a honrar la vida.














 Muchas gracias, Sofía, por darme esta hermosa oportunidad de estar acompañada por vos, y de compartir pedazos desgajados de mi existencia con tu gente.



Un fuerte abrazo

Dra. Marta Raquel Zabaleta, Essex, 27 de abril 2014. 


Dr Marta Raquel Zabaleta  (D.Phil. Sussex University I.D.S.)
Honorary Visiting Senior Lecturer
Middlesex University, London, UK
www.martazabaleta.blogspot.com
http://hispanistas.ca/Registro/Marta_Zabaleta/index.html




Marta R. Zabaleta Como te explique, no puedo mandar attachment, ni tengo nadie que me ayude hasta el sábado; pero te la mande así, y debió haberte llegado. Además, te pregunté si necesitabas fotos, en cuyo caso te
Hoy a las 3:39 P.M.
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